Dentro de este conjunto de técnicas, podemos encontrar un sin fin de resultados. Los principales ejemplos de la biotecnología verde son la ingeniería genética y los cultivos transgénicos. En el caso de primera, podemos desarrollarla como la manipulación de un organismo, a partir de sus características.
Es así, como la ingeniería genética puede hacer una alteración de un genoma, donde se puede añadir o eliminar ciertos aspectos del gen. En el caso de los cultivos transgénicos, hablamos de la alteración de alimentos, para llegar a tener un aspecto deseado. En la actualidad, esta práctica es una de las más criticadas dentro del sector alimentario.